¿Algún sueño? - Escapril día 16
Cómo me perseguías, muchacho,
por la carretera de final de verano
chaqueta vaquera anudada a la cintura
viajera en el único autobús con
rumbo al último centro comercial abierto
en este acantilado de dunas.
Cómo me perseguías, muchacho,
jadeante tras el autobús y yo sentada al fondo
aunque ambos sabíamos que no, que no:
frenaste, te encogiste de hombros,
levantaste una mano para despedirte
y te tiré un beso
que no atravesó el cristal.
Cómo me perseguías, muchacho,
con tus piernas largas y tus ojos de pena
para agarrarte a las rosas de mi pelo
sin pensar en las espinas de mi calavera
y cómo de pequeño te hiciste
en cuanto el autobús continuó
con su silbido, así, como disimulando.
por la carretera de final de verano
chaqueta vaquera anudada a la cintura
viajera en el único autobús con
rumbo al último centro comercial abierto
en este acantilado de dunas.
Cómo me perseguías, muchacho,
jadeante tras el autobús y yo sentada al fondo
aunque ambos sabíamos que no, que no:
frenaste, te encogiste de hombros,
levantaste una mano para despedirte
y te tiré un beso
que no atravesó el cristal.
Cómo me perseguías, muchacho,
con tus piernas largas y tus ojos de pena
para agarrarte a las rosas de mi pelo
sin pensar en las espinas de mi calavera
y cómo de pequeño te hiciste
en cuanto el autobús continuó
con su silbido, así, como disimulando.
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