Quien ríe última
Que sí, que vale, que me digas
lo que quieras
que insinúes
lo que te dé la gana
yo te veo en los ojos
la lujuria de siempre
oculta tras una capa
de falso desprecio.
Ríete en mi oído, sé
un completo imbécil
yo ya no camino
tu misma senda
-en el fondo nunca lo hice-
esta noche mis sábanas
serían mías todas mías
mías con los dedos en las bragas
mías en círculos, círculos:
qué raro, no me haces ninguna falta
para llegar al clímax.
Estas anchuras que tanta
risa te provocan
son las mismas que antes
agarrabas con ansia
son las mismas que ahora gozo
a mi modo, a mi manera
las marco con cada prenda
las a d o r o
soy preciosa, ya lo sabes
tengo unos ojos que ya te gustaría
unos rasgos que ya te gustaría
unas caderas plenas
unos pechos de diosa
celulitis divina
de mujer adulta
digna hija de Afrodita.
Dime, en serio, cualquier cosa
que no habrá verdades
en ninguna de tus palabras:
sólo nostalgia iracunda
sólo superarme, olvidarme
no te culpo, sé que es imposible,
pero a ver cuándo aprendéis los tíos
a expresar lo que sentís
sin romperos los nudillos
ni machacarnos a nosotras
los cansados oídos.
lo que quieras
que insinúes
lo que te dé la gana
yo te veo en los ojos
la lujuria de siempre
oculta tras una capa
de falso desprecio.
Ríete en mi oído, sé
un completo imbécil
yo ya no camino
tu misma senda
-en el fondo nunca lo hice-
esta noche mis sábanas
serían mías todas mías
mías con los dedos en las bragas
mías en círculos, círculos:
qué raro, no me haces ninguna falta
para llegar al clímax.
Estas anchuras que tanta
risa te provocan
son las mismas que antes
agarrabas con ansia
son las mismas que ahora gozo
a mi modo, a mi manera
las marco con cada prenda
las a d o r o
soy preciosa, ya lo sabes
tengo unos ojos que ya te gustaría
unos rasgos que ya te gustaría
unas caderas plenas
unos pechos de diosa
celulitis divina
de mujer adulta
digna hija de Afrodita.
Dime, en serio, cualquier cosa
que no habrá verdades
en ninguna de tus palabras:
sólo nostalgia iracunda
sólo superarme, olvidarme
no te culpo, sé que es imposible,
pero a ver cuándo aprendéis los tíos
a expresar lo que sentís
sin romperos los nudillos
ni machacarnos a nosotras
los cansados oídos.
Ojalá pintar esto en un muro alto y liso para que todas podamos leerlo al abrir la ventana. Gracias por tanto ��
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