Envasado al vacío
No decís nada
nunca jamás en vuestra boca
de poeta sintético una palabra
nunca una rima que rompa
nunca algo jamás dicho
o algo dicho mil veces
bajo una nueva forma.
No decís nada
vuestro vacío malabar y juego
un circo para aquellos
que se ciegan con el brillo
de todas las frases hechas
una y mil veces manidas
manoseadas sucias
vacíos decorados
de flores de plástico
que Whitman abandona
en la tumba de la poesía.
Nada, nada que decir
tan hondos como el Everest
ahogados en un vermú seco
en la garganta de Bukowski
y os llamáis poetas os escudáis
bajo un manto rojo like
en forma de ese corazón
del que nada decís.
Nada nuevo, nada viejo
os llamáis los modernísimos
y la modernidad ríe a lo lejos:
vuestra poesía es la sombra
de la sombra en la caverna
y si no os llaman poetas,
o si os llaman malos poetas,
os laméis las heridas
¡bebed la sangre de todos
los que hacen verso de todos
los que sí dicen de todos
los que ya dijeron!
¡Devorad la cabeza horneada
la cabeza de Plath dispuesta
en bandeja de plata!
Apenas carne picada
en vuestras bocas
mudas, desdentadas.
La sombra del brazo
del nunca muerto Saturno
aumenta sobre vuestra fiesta
tantea la pompa y el gusto
el verso idiota y obtuso
que no le importa ni ciega:
la Historia caerá sobre vosotros
como una lápida de piedra
y como única elegía
ninguno de sus seguidores
sigue vivo o les recuerda.
nunca jamás en vuestra boca
de poeta sintético una palabra
nunca una rima que rompa
nunca algo jamás dicho
o algo dicho mil veces
bajo una nueva forma.
No decís nada
vuestro vacío malabar y juego
un circo para aquellos
que se ciegan con el brillo
de todas las frases hechas
una y mil veces manidas
manoseadas suciasvacíos decorados
de flores de plástico
que Whitman abandona
en la tumba de la poesía.
Nada, nada que decir
tan hondos como el Everest
ahogados en un vermú seco
en la garganta de Bukowski
y os llamáis poetas os escudáis
bajo un manto rojo like
en forma de ese corazón
del que nada decís.
Nada nuevo, nada viejo
os llamáis los modernísimos
y la modernidad ríe a lo lejos:
vuestra poesía es la sombra
de la sombra en la caverna
y si no os llaman poetas,
o si os llaman malos poetas,
os laméis las heridas
¡bebed la sangre de todos
los que hacen verso de todos
los que sí dicen de todos
los que ya dijeron!
¡Devorad la cabeza horneada
la cabeza de Plath dispuesta
en bandeja de plata!
Apenas carne picada
en vuestras bocas
mudas, desdentadas.
La sombra del brazo
del nunca muerto Saturno
aumenta sobre vuestra fiesta
tantea la pompa y el gusto
el verso idiota y obtuso
que no le importa ni ciega:
la Historia caerá sobre vosotros
como una lápida de piedra
y como única elegía
ninguno de sus seguidores
sigue vivo o les recuerda.
(Fuente de la imagen, creo)
La historia caerá sobre ellos como una lápida y este será el epitafio inscrito en ella. Vaya maravilla, vaya forma de abofetear las mejillas de los poetas modernos que juegan a ser rebeldes e innovadores y son payasos sin gracia que no entienden el juego que pretenden ganar. Mis diez a este poema iracundo y supurante que envenenaría lagos y mares.
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