Parca de crianza

Agujero negro - Escapril 2020, Día 24

No temáis: yo estiro los brazos,
mujer agujereada por las naves
a velocidad de luz de mil hombres,
y mis manos de coloso son bálsamo,
y mis codos son redondeados,
y en mi pecho os acojo hacia dentro,
os sumerjo en mi esternón oscuro
sin que la gravedad os aplaste:
bienvenidas a la nave nodriza,
de mí venís, a mí volvéis,
mis manos se cierran suaves
pegaditas a lo eterno de mi piel
no golpearé el cosmos, no gritaré,
las lágrimas descienden detrás
de mis mejillas, manantial
para que viváis en mí sin pena:
estiro de nuevo los brazos
y en otra nave ven que en mis yemas
espera la caricia de una madre.
(Fuente de la imagen: The End of Evangelion).

Comentarios

  1. Hay tantísimas imágenes y tanto simbolismo que no sé ni por dónde empezar. Me parece muy acertada la comparación madre - cosmos, tanto por el sentido de dadora de vida y, paradójicamente, entidad a la que volvemos de uno u otro modo, como por esa mención a dolor callado y a heridas por todas partes, pero que aun así busca sanar a sus hijos. Y sin embargo, al tratarse de un agujero negro podría ser todo esto una mera captatio benevolentiae con la que atraer víctimas a las que absorber... Por supuesto, la presencia de naves espaciales no podía faltar, así me gusta e.e A veces haces poemas tan complejos que me hundo en ellos, menos mal que igual que esta madre también me abrazan.

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